Evaluación – Ficción – ¿vamos a contar mentiras, tralará?

Estoy realizando un curso del INTEF sobre ABP y estoy aprendiendo mucho, sobre siglas, por ejemplo, sobre cursos online, sobre su predominio textual, multiplicación de tareas, farragosidad, ilegibilidad, y, entre todo ello, sobre infinitos tipos de evaluación.
Algún día – ya prometo tanto que ni me creo yo mismo – hablaré de éste y otros cursos online y cómo, en mi humilde opinión, pueden matar la creatividad, las buenas intenciones, las relaciones y hasta la curiosidad. Pero lo que copio hoy aquí, advirtiendo ya de lo que ya dice al comienzo y al final, que puede ser mentira todo o parte de lo escrito, es una intervención que hice hoy con este título en el foro del curso:

Evaluación – Ficción – ¿vamos a contar mentiras, tralará?

Advertencia previa: todo o parte de lo escrito a continuación bien puede ser una mentira o una exageración que posiblemente copie y lo podrán leer en otro formato, en mi blog Discentia: 


Me gusta el chiste – si es que lo es – con el que comienza este foro porque refleja muy bien lo que son mis aulas: veintitantos alumnos distintos con distintas habilidades y expectativas y un docente para evaluarlos. 

Y me gusta este curso – lo poco que me gusta – porque me hace reflexionar sobre mi mediocre práctica y realidad docente. 

Y lo que no me gusta es la figura del docente como -casi únicamente- evaluador. ¿cuántas notas les damos al alumno/a en sus… 15 años de asistencia a centros escolares? multipliquemos: / evaluaciones – 15 x 3 x 10 asignaturas = 450 / controles – exámenes/mes – 15 x 9 x 10 … trabajos… notas en clase… amonestaciones… me cansé de multiplicar y sumar… 

Tampoco me gusta que se diga que lo aplicable a la evaluación de las lenguas (bonito, caro y poco productivo Instituto Cervantes ) sea aplicable a la evaluación de las otras áreas. Eso lo vengo padeciendo en la Plástica hace años donde sujeto, predicado y verbo son, según dicen los prebostes curriculares copiando a Kandinsky, punto, línea, color… y no, la Plástica y el Dibujo no son las lenguas, lo siento. 

Y lo que no me gusta – tampoco – es que a este curso vine a hablar de dos cosas: aprendizaje y proyectos, y poco he visto de eso por aquí. 

Finalmente, lamento no poder leer todas las intervenciones en este foro. Dudo incluso que el propio tutor del curso pueda. Es lo que tiene esta web textual donde todo ha de leerse y escribirse. 

Pero paso a la tarea, no sea que me evalúen negativamente, advirtiendo que todo o parte puede ser mentira o exageración, veamos…: 

¿Qué evaluación utilizo normalmente? 
Lo adivinaron: la heteroevaluación. En algún caso les he pedido que se autoevalúen, y en otras que evalúen trabajos ajenos, pero no estoy muy satisfecho de los resultados, ya que suelen hacerlo sin profundizar. 

¿Cómo organizo la evaluación? 
Cada alumno va realizando trabajos que va colocando en una carpeta. Podríamos llamarlo portafolio, pero eso sería quizás demasiado, ya que la mayoría de las veces es un batiburrillo desordenado y mal presentado donde colocan lo poco que hacen. Luego yo los califico, evaluar sería mucho, ya que ellos sólo me piden una nota, y lo anoto en mi moderna tablet (aunque estoy valorando volver a la libreta de siempre). 
En algún caso establezco trabajos de grupo. Los alumnos presentan su trabajo a los demás y en algún caso les pido que evalúen, quiero decir, califiquen, y valoren a sus compañeros. 
Al final de la evaluación suelo pedirles que hagan una valoración por escrito de lo que han hecho, lo que les ha gustado más y propuestas. 

¿Qué resultados me han dado las que he utilizado? 
Muy pobres. Mi alumnado en general es impermeable a la evaluación y a la calificación. Llevan años siendo suspendidos y evaluados y para ellos y sus padres, salvo las notas finales o algún padre/madre interesado, es una anécdota más. La Plástica y el Dibujo las ven desde primaria como materias accesorias, si no decididamente aburridas. Mi objetivo sería incentivar a crear, a mejorar y aprender equivocándose, y creo que la evaluación y valoración constante no ayuda a ello. 

¿Qué consideras que aporta cada una al proceso de aprendizaje? 
Expertos tiene ya la madre Docencia que lo dirán y escribirán mejor que yo. 

Yo valoro MI realidad: ¿Son realmente realizables, y lo que es más importante, eficaces estos procesos / procedimientos / métodos de evaluación? ¿En una clase de 25/30 alumnos hay verdaderamente tiempo/ espacio/ calma para la reflexión y comprensión de los mismos? 

¿No son las rúbricas otra tabla más – lingüística y farragosa – donde el docente – y sólo él – decide qué es lo importante y qué no de una tarea – simplifiquemos: llamémosla «Situación de Aprendizaje» – qué debe ser evaluado y qué no? 

¿Verdaderamente una tabla, perdón «rúbrica» de 8 items con 3 niveles para cada tarea, perdón «situación de aprendizaje», para 25 alumnos, para cada curso, facilita la evaluación, y sobre todo, el APRENDIZAJE, de nuestros alumnos? 

Pues yo no lo sé, así que me alegro de que todo lo que he escrito aquí pueda ser mentira. Saludos.
Published in: on 30 noviembre 2014 at 11:52 am  Comments (4)