No he estado en Sol, en la acampada en Madrid ni en las de otras ciudades. Tampoco en la de mi ciudad, Las Palmas de Gran Canaria.
Así que lo que conozco, lo he visto y leído en Internet, en las noticias de la tele, he oído opiniones y opinado yo mismo sobre lo que leía, he observado y compartido fotos, vídeos y artículos, me he emocionado, he pensado, y ahora mismo no sé qué, ni cómo, escribir sobre ello.
En casos como éstos sólo me queda la imagen. Ver, analizar, crear imágenes. Así que se me ha ocurrido revisar imágenes, capturarlas en Internet, seleccionarlas y luego jugando a ser pintor, convertirlas en acuarelas digitales, hacerlas parecer distintas.
Pido disculpas por olvidar autorías y derechos de imagen. Son tantas las fotos vistas que no he podido o no he sabido anotar los/as autores/as. Pido disculpas de antemano, y en la medida de lo posible iré anotando los autores/as de las fotos originales conforme lo vaya sabiendo.
También pido disculpas por las modificaciones de tamaño, colores y encuadres que he hecho. Quiero asegurar que mi intención es homenajear primero a todas aquellas personas que han estado allí, las protagonistas de las imágenes, y también a quienes hicieron tantas fotos y videos estos días y las compartieron con quienes no pudimos estar allí.
Busco hoy en Flickr «acampada sol» y aparecen 3610 resultados. Si busco «spanishrevolution» son 16960 fotos. Casi imposible poder verlas todas, así que en este post he puesto una selección muy personal e incompleta.
Y la primera «acuarela digital» que pongo aquí no es de una foto de Madrid, sino de Valencia, y allí el fotógrafo Jacobo Méndez recoge el momento simbólico en que cambian el nombre a la «Plaça de L’Ajuntament» por la «Plaça del Quinze de Maig».Cambiar un nombre no es gran cosa, pero el esfuerzo colectivo y la expectación por el cambio sí que se ven en esa gran imagen. Este es mi homenaje:
Gracias por llegar hasta aquí. Todo comentario será bienvenido. Nota: si quieren comentar, la manera más cómoda es hacerla como usuario anónimo, poniendo su nombre o no en el comentario. Blogger tiene la mala costumbre de pedirles contraseña de Google y si no, pedirles abrir una cuenta.
Las razones para ello las expondré en un próximo post.
Antes quiero analizar qué creo que ha cambiado en los propios Premios Espiral, y qué ha cambiado en mí, desde 2008 a 2010, dos ediciones en las que pude asistir a la entrega de premios. Y creo que una buena manera de analizarlo pasa por contemplar dos vídeos que rodé de ambas ocasiones. Dicen que una imagen dice más que mil palabras, así que espero que me ayuden.
Disculpen de antemano la calidad y duración de los mismos. Si se trata de verlos, y oírlos, mejores y más completos, lo más útil es pasarse por la propia web de Espiral.
A los II Premios Espiral Edublogs 08se presentaron, creo leer en su web, 349 blogs, se concedieron 31 premios en 11 categorías, y recibieron más de 31.000 visitas a su web.
La entrega de premios se celebró en Barcelona, en la Asociación de Licenciados, creo recordar, un saloncito estrecho y pequeño donde cada premiado/a fue presentado, y acercándose a la mesa, recogía su peonza, respectivo diploma y premio extra, si lo había, y con un brevísimo discurso lo agradecía. La entrada de un maestro con su alumnado supuso entonces una novedad casi rompedora del acto.
La entrega fue precedida por unas jornadas en la que algunos de los/as premiados y otros educadores expusieron sobre sus blogs y otros temas de interés.
2. Yo:
Tras llevar dos años escribiendo en este blog, y asistir en 2007 al DIM-Aulatic y a la MoodleMoot de Cáceres, me animé a asistir por mi cuenta a Barcelona a estos premios. No sé si se me podría llamar un «groupie» o «fan» de las TIC, quizás sí, pero lo cierto siempre me ha gustado y me ha animado a viajar el poder hablar con aquellas personas que conocía anteriormente por sus escritos o trabajos.
Así que supuso entonces una gran alegría que se acercasen a verme personas que admiro, como Boris Mir y Joan Queralt, y una emoción ver de cerca caras que entonces no conocía, y que ahora me son muy amigas, tanto entre los/as premiados/as, Marcos Cadenato, Tony Solano, Loly Lago, Ángel Sáez, … como entre quienes entregaban premios también, Isidro, Juanmi, Xavier, Irene, Charo, Víctor, Lourdes… Me senté discretamente al fondo, tomando nota de todo lo que podía. Terminé hablando, sacándome fotos e incluso tomando una cervecita final con ellos/as.
1. Los Premios: A los IV Premios Espiral Edublogs 10 se presentaron, si no he contado mal, 948 blogs, se concedieron 33 premios y 11 accesits en 8 categorías y las visitas a su web ahora mismo no las sé, pero supongo que más que en 2008.
La entrega de premios se celebró en Madrid, en la EOI, en un salón de actos amplio, cómodo y preparado. Fue precedido por los discursos de rigor y por una charla de Alfonso Alcántara, Yoriento, sobre los blogs y la educación. Cada premiado/a fue presentado/a, y tras acercarse a recoger su premio realizaba un discurso de agradecimiento, en algunos casos muy emotivo. No fue novedad que fuesen alumnas/os quienes tomasen la palabra en algunos de los premios.
2. Yo: En estos premios, actué además de Jurado, a petición de la Asociación Espiral, a la que pertenezco, una experiencia que fue a la vez interesante, pero también compleja, y en la que intenté hacerlo lo mejor posible. El número de blogs presentados a los premios como ya ven fue muy numeroso. La curiosidad por conocer los/as premiados/as, y la camaradería ya establecida con los miembros de Espiral fue lo que me impulsó otra vez a viajar por mi cuenta a la entrega de premios.
Pude conocer entonces al propio Alfonso Alcántara, a Lucía Álvarez, María Jesús Camino, y más compañeros/as, volver a ver Tíscar Lara, Isidro, Marcos, Manuel Rino, Juanmi, y demás compañeros/as de Espiral, con quienes pude compartir una cena la noche anterior. El día de los premios, el horario apretado y el corto tiempo disponible no me impidió conocer y charlar brevemente con algunos/as de ellos/as.
Tomé aquel día fotos y vídeos con mi móvil, que fui compartiendo directamente a través de Twitter y de Ustream, así como mis opiniones. Comenté durante el acto, me levanté varias veces, e incluso fui citado elogiosamente por Alfonso, y desde la mesa en alguna ocasión. Compartí en Twitter mis opiniones e imágenes, pero no llegué a escribir ningún post en Discentia.
Comparación y conclusiones:
1. Los Premios:
Los premios han ganado en participación, popularidad, importancia y solemnidad. Las categorías están otrientadas ahora más a quién lo hace y su nivel (alumnado, profesorado, colectivos, asociaciones, …) que a dónde se hace (la categoría blog de aula no existe, se mantienen blogs de centro y de biblioteca,…). El equipo entusiasta y desinteresado que los organiza sigue siendo básicamente el mismo, ayudado por voluntarios/as que se prestan a las revisiones y correcciones.
2. Yo: De una postura curiosa, de espectador, de cronista a posteriori, he pasado a participante más activo, a cronista in situ, online, a interactuar con jurados y premiados/as, a compartir mi visión desde donde estoy. También, creo que, de lector, de comentarista, he pasado a amigo, o si no,»persona», con respecto a los/as autores de blogs que me interesan.
De lo que esto significa intentaré hablar en mi próximo post.
(En mi diccionario de inglés, «fly-by-night» se traduce por: 1adj informal, de poca confianza, nada confiable. 2. n persona informal, casquivano, persona nada confiable.)
Esta es la historia de un vuelo de tarde que terminó nocturno. El relato de un vuelo de dos horas y media que llegaron a dieciséis. O de tres horas de espera ante un mostrador… de información. De trescientas personas hacinadas en el aeropuerto de Granada.
De un vuelo con mujer e hijos en el que terminé viajando sólo. De un viaje de cinco horas en autobús, intentando dormir. De un aeropuerto vacío, modernísimo, caro e inútil, donde llegas y nadie te explica… nada.
Pero luego caminas, y miras, y ves otras tristes historias:
Y sigues, y buscas un vuelo que te lleve a casa. Y a las cuatro y media de la madrugada, con tu tarjeta de embarque en la mano, suplicas entrar en un avión del que nadie te avisó.
Y entras, y miras al cielo, y sonríes, y te sientas. cierras los ojos, y de nuevo intentas dormir, y piensas en aquellas personas que quedaron allí, con sus propias historias, con sus propios amores. Y el avión despega, dejando atrás ese día de pesadilla.
Al salir el sol estás de nuevo en tu cálida y húmeda isla canaria. Te acercas a reclamar al mostrador y dicen que tu vuelo no aparece. Tan sólo ha sido un sueño, piensas, y miras, y pisas fuerte el suelo. Y te despides con «¡buenos días, mejor que ayer, qué pesadilla!».
Y caminas hacia la salida, hacia la mañana húmeda. Te sientas en la guagua con destino a tu casa, y piensas: «¿Cuantos años se repetirán estas historias? ¿Cuánta gente sufrirá esta vez?» mientras repasas las horas, mientras miras el mar.
Y cuando llegas a casa, aún dudas si tu llave abrirá esa puerta, si encontrarás a tus hijos dormidos, si podrás al fin dormir, si al despertar habrás olvidado tu propio Iberia fly-by-night, si los miles de pasajeros que quedaron allí, esperarán, como tú, hasta la próxima vez, hasta la próxima huelga, y si ésta, como mi vuelo, parecerá que nunca existió.