Maldito currículo

(Esta entrada es una copia de mi comentario al debate creado en torno al post de Joselu, «La maldición del currículum», que desde aquí recomiendo leer… a quien le interese el currículum).
Currículo: «corre» y «culo»
Una palabra con semejante rima ya debería haber sido borrada de nuestro vocabulario educativo. Pero lo dice claramente: currículo significa seguir una larga y frenética carrera de conceptos, divididos en áreas, con el culo sentado en una silla. 
Alguien lo ha comparado con la Biblia, que permite múltiples interpretaciones. Sí, pero siguiendo una historia antigua, básica, lineal, dividida, conservadora: usted está aquí, si usted se aprende/interpreta/repite esto y aquello llegará hasta allá. 
¿Y quién diseñó/diseña/decide los currícul/os/ums/a? ¿Y para qué metas? ¿Y dónde acaba esta carrera? ¿Y por qué se repite lo mismo desde los 6 a los 16, 26, 36 años? ¿Y por qué las clases duran una hora? ¿Y por qué sentados/as? 
Ni idea. Esto es como el canon de la misa, las reglas del rugby o los tercios de la lidia. Nadie lo sabe. Ni le importa. Y repitamos: yo soy docente/estudiante porque el mundo me hizo así. 
Resulta que el mundo es global, poliédrico, en crisis, nadie hoy trabaja sólo, ya no hay carreras lineales sino espirales, multidisciplinares y creativas, y mientras, la educación es anacrónica, disciplinar, repetitiva, y ninguna de sus «carreras» garantiza ya un trabajo, como mucho funciona como puerta a una élite más o menos limitada, con sus exámenes/cuotas/precios de entrada. 
Pero seguimos. Miles de docentes en sus pequeñas aulas, durante cada mínima hora, hablando a la carrera para decenas de alumnos/as distintos/as, buscando recursos, probando, adaptando, y respetando… el mismo currículum para todos. 
Y eso sí, se enseña espíritu crítico,… siguiendo el currículum. Se estudia el mundo cambiante… con el mismo currículum. Se cambia la educación… poco a poco… respetando el currículum. En sesiones de una hora. Con el culo… sentado. Sobre el currículum. 
 Maldito currículum.
Published in: on 3 noviembre 2011 at 2:16 am  Comments (8)  

>Yo también

>«YO TAMBIÉN»

– Yo también dije el día antes de un examen: «mañana me levanto temprano y estudio».
– Yo también me olvidé de poner mi nombre y apellidos en un examen.
– Yo también fui ese alumno que en todo examen pregunta qué día es.
– Yo también vi como los demás escribían hojas y hojas, y yo no tenía ni idea de las preguntas de aquel examen.
– Yo también le dije a un compañero que mirase (disimuladamente), y nunca miró disimuladamente.
– Yo también pregunté a un profesor en un examen, sonriendo para que me dijese qué respuesta era correcta.
– Yo también pregunté cuando faltaban cinco minutos cuánto faltaba para terminar el examen.
– Yo también salí del examen sin acordarme de qué había escrito durante una hora.

Ilustración de Calvin & Hobbes, de Bill Watterson,

Varios de estos «yo también» me vinieron en un correo electrónico y circulan por Internet.
Published in: on 14 febrero 2011 at 2:23 pm  Comments (1)  

>PISA, Videojuegos y un halo de tristeza

>

(Este es un post con prólogo, artículo, epílogo y anexo)
Prólogo
Ayer volví de Lanzarote, tras mi exposición de acuarelas «Lánzate», entré en Twitter (véase Anexo), y a través de él, me puse a leer algunos enlaces:
«PISA, ¿UN INFORME NECESARIO?» de @jochimet
«Marc Prensky entrevistado por Eduard Punset: Redes 75: No me molestes, mamá, estoy aprendiendo…» de @eraser
«Cierto halo de tristeza» de @NoLolaMento.
La lectura combinada de esos artículos, donde aparecen análisis sobre educación, niños y niñas de uniforme, ordenadores y videojuegos, fracasos y tristezas, me llevaron a pensar en escribir algo sobre ello.
Artículo
Quiero aclarar antes que yo no existo para la OCDE y para el Informe PISA.
Enseño Dibujo y Plástica desde hace 21 años, pero eso no les importa. Posiblemente, si el famoso informe analizase los resultados en expresión artística y creatividad los resultados serían aún más alarmantes. Pero no les preocupa, seguirán preguntando sobre cepillos de dientes antes que sobre pinceles, sobre números antes que sobre colores.
Y tampoco soy experto en informes y estadísticas. Si acaso sé eso de que si tú te comes un pollo y yo ninguno dirán que ambos nos comimos medio pollo. Tampoco sé por qué escogen los 16 años y no los cinco. Ni por qué para ellos unas materias son «importantes». O quizás sí.

Para mí, Pisa es sobre todo una torre inclinada, un error garrafal convertido en obra de arte, y quizás sea eso el informe PISA, la glorificación artístico-política del error educativo de la educación pública tradicional, esa que nació en el siglo XIX para dar una formación «básica» a los futuros operarios industriales. 
Sobre esa base carcomida se construye PISA hoy. No es extraño que se incline a las lenguas, matemáticas y ciencias, aplicadas al… comercio internacional. Porque no olvidemos, la OCDE no es la UNESCO, ni siquiera agrupa a todos los países del mundo, sino a un grupo de países industriales que pretenden la extensión del libre comercio y el beneficio económico.
Su análisis económico, que llevó a delimitar los usos económicos «convenientes» para cada país, decide ahora qué países son más «competentes»y qué materias son más «importantes». ¿Para qué? me gustaría a mí preguntarles, ¿`para ser mejores ciudadanos? ¿más sanos? ¿más libres? ¿más felices?
Leí primero el análisis de José Antonio, «PISA, ¿un informe necesario?», compartiendo su visión y comentándolo. Ahí comprendí que necesitaba más espacio para explicarme.
Me volví luego al programa de Punset y escucho que el sistema educativo ha de ser «…sistema que permita a los niños del futuro encontrar el trabajo que buscan y que ahora no encuentran» y los videojuegos son «… herramientas valiosas para transmitir nuevas habilidades a los jóvenes, las que verdaderamente necesitan para llegar a la vida laboral «, que los maestros somos herramientas y otras frases por el estilo. En el vídeo, niños pequeños perfectamente uniformados manipulan, sin poderlas coger, tarjetas sobre una pantalla táctil, mientras otros mayores ni se imaginan relacionarse con alguien sin herramientas tecnológicas.
«Debo haber pasado demasiados días en Lanzarote…» pensé… no puedo creerlo… me encontraba perplejo… 
Así que, con «cierto halo de tristeza« me acerqué a la lucidez con que describe Lola un mundo de uniformes, de olvido y separaciones entre niños y niñas, de ideas rancias y clasistas, de maltrato directo o indirecto, de importancias e «importes», que no sólo pervive, sino que se copia y desarrolla.
Y aún me quedó tiempo para asombrarme con otro post que compartió José Antonio, el de Jesús Fernández Villaverde «Mi Sobrina y PISA»  donde le asombran, pero casi aconseja, las doce horas diarias que pasa su sobrina (¿la conocerá de verdad?¿qué pensará esa niña?) en una escuela china.
Epílogo
Internet da para mucho, y en el blog anterior encontré después un post «¿Vale la pena estudiar? (VI) La inusual caída de la ganancia salarial resultante de la educación avanzada» donde, en sus conclusiones, encuentro las siguientes explicaciones a esa pregunta en España:

1) la calidad de las titulaciones educativas ha disminuido –la cantidad de capital humano “real” contenida en una titulación superior es menor que antes.

2) El modelo productivo ha incrementado la demanda de trabajadores sin cualificar (ladrillos, bares) y ha incrementado el precio relativo de éstos.

¿Sabrán esto en la OCDE? no lo sé, pero lo que sí recomiendan es «Invertir temprano en la niñez», en los primeros 6 años de vida, algo que encuentro comentado también en la web de la OEI
Curiosamente, el propio Eduardo Punset termina su programa mencionando la importancia de la educación en los primeros seis años de vida, y dice (min.28): «lo que no hayamos conseguido cuando los niños cumplan los seis, siete años… no diría que es inútil seguir insistiendo, pero sí que se ha perdido la única y la gran oportunidad.»
¿Habla de esto el informe PISA? 
No, habla de puntuaciones, porcentajes y niños de 16 años. 
Diez años después las cosas tienen poco remedio.
Ojalá leyésemos los informes adecuados y prestásemos atención a las tristezas importantes.
Anexo
Twitter fue origen de este post, y añado aquí, -no hay obligación de leerlo- lo que tuiteé sobre este tema:
– PISA: La OCDE dando lecciones de Educación…¿o de cuentas de resultados? ¿Y la UNESCO? ¿hará informes económicos sobre objeticos del milenio?
«Invertir temprano en la niñez», recomienda la OCDE – Un informe de la OCDE que no será titular ni debate en educación.
– Nuevo «conceto»: «PISIONARIO». (¿Tendrá que ver con el informe PISA?) http://twitpic.com/3ea1it
– Buenos días. Desayunando en casa. Rumiando post: «Pisa, videojuegos y tristeza». Gracias a los post de @NoLolaMento, @eraser y @jochimet
– @eraser La OCDE, con su informe PISA, intenta modelar la educación como hizo con el desarrollismo español en los 60.
– A mí los informes «educativos» que empiezan con el PIB me dan repelús. Los redactan quienes recetaban embalses, autovías y sacrificar vacas.

Me preguntó entonces @Guidix:
@Guidix: @pvil @eraser @eraser ¿Lo podría usted argumentar? PISA, intenta modelar la educación como hizo con el desarrollismo español en los 60.

Y yo contesté:
– @Guidix Responder al informe PISA con argumentos, cifras y datos, es perder seguro. ¿Y si lo hago con sentimientos, vidas y hechos?
– La OCDE nació para repartir el Plan Marshall. Su fin es promover el comercio mundial. La «educación»que quieren es la necesaria para ello.
– A la OCDE no le interesa un alumno crítico o diverso, sino igual y con habilidades básicas… para comprar y vender. Por eso «iguala» datos.
– La OCDE nos manipula como antes lo hizo para que abandonásemos el campo y llenásemos ciudades y costas, más «comerciales» y «consumidoras».
– Si la OCDE puede obtener un alumnado poco crítico como el chino o coreano será más fácil recortar derechos y aumentar el consumo inútil.
– Si la OCDE coloca a economistas y evaluadores en la cima de la educación podrá igualar empleados, mercados y consumidores.
– La insistencia de la OCDE e Informe PISA en las habilidades»básicas», lenguas, matemáticas y ciencias,es la misma del siglo XIX industrial.
– @eraser @kuikailer @Guidix y lo dejo aquí. Intentaré escribir algo sentido, vivido y nada argumentado sobre «Pisa, videojuegos y tristezas».
– @ManuElpielRoja ¿cuántos años de esa canción? Y en el vídeo de»Redes»y en el post de @NoLolaMento veo los mismos niños/as uniformados. 😦
– @kuikailer ¿Qué educación familiar -o social- les queda a niños -y adultos- que están fuera de casa 12 o más horas al día?
– En «Redes» @epunset habla de educar «…para el trabajo»… ¿sólo educamos para el trabajo? ¿y se educa igual para un país con 20% de paro?
– ¿Vale la pena estudiar?(VI)La inusual caída de la ganancia salarial resultante de la educación avanzada-Nada es Gratis- http://t.co/gptEBMB
– Paradoja: La OCDE fomenta economía de ladrillo,hotel y personal no cualificado,y nuestro sistema educativo crea titulados no necesarios=PARO
Published in: on 9 diciembre 2010 at 4:53 pm  Comments (5)  

País de… exámenes

Parece que últimamente estoy algo «circular» y si en mi último post me remitía a otro de hace un año, en éste he de remitirme a otro de febrero pasado, «País de sudores…»

Llevo dos semanas meditándolo, después de asistir a una reunión de profesorado de Dibujo para el examen de la PAU (Prueba de Acceso a la Universidad). Más de 50 profesores reunidos para concretar las circunstancias de un examen. De los contenidos del mismo y su actualidad hablaré en otra ocasión, ahora me parece pertinente reflexionar sobre los exámenes.

Desde que imparto clases a adultos, la importancia de exámenes, pruebas y controles ha aumentado para mí. Al acortar la presencia del alumnado en clase, la importancia de los exámenes como casi único elemento de evaluación es mayor aún. He intentado que mis alumnos adultos realizasen actividades prácticas, pero, al parecer, les resulta muy difícil llevar al día sus tareas. Así que sus dudas se resumen en saber qué o cuánto va a salir en el próximo examen.

Pero por lo que veo, esta experiencia examinatoria no sólo se mantiene en otros niveles, sino que tengo la percepción de que crece y crece con el tiempo. En lugar de buscar nuevos o distintos procedimientos de evaluación, desde Primaria y luego en Secundaria y Bachillerato se perpetua y extiende este modelo del examen. Y así vemos por los pasillos al profesorado cargado de infinidad de folios, a veces llamados eufemísticamente «controles», «pruebas», «cuestionarios», «test», pero que son lo que son, EXÁMENES.

El ejemplo más claro es el examen de la PAU, que condiciona toda la enseñanza del Bachillerato. Alguna vez se habló de eliminarlo (no se confíen, era para sustituirlo por otro examen, «la reválida») pero ahí está firme, resistiendo curso tras curso, introduciendo sus decimales en el cada vez más complejo y difícil acceso a la Universidad y haciendo al alumnado del Bachillerato bailar a su ritmo.

Y no importa que parte de este alumnado «pase» del examen de PAU, las materias se distinguirán entre de PAU y no PAU, y las leccciones del curso se dividirán según entren o no en el famoso examen. El curso de segundo, el más complejo, terminará antes, ¿para qué? lo adivinaron, para el examen de PAU.

Así que tres veces al año te reunirás con tus compañerXs y no hablarás del nuevo currículum, y de la discutible actualidad o no del mismo, (un poco, quizás, pero no es lo pertinente) hablarás de si el examen de este año será igual, diferente o parecido al de otros años, porque el lunes cuando llegues a clase tu alumnado te preguntarán, no sobre ésta o aquella perspectiva, sino «¿Qué va a entrar en el examen, profe?»

Y ahora, expertos y políticos nacionales nos van a preparar para ese gran examen mundial que también llaman Informe Pisa. He leído por ahí que nos van a poner a todo el profesorado a ayudar en matemáticas y lengua, y supongo que en inglés, para que se nos note más listos en ese examen.

Así que yo voy practicando y de vez en cuando pruebo a entrar en clase, y decir:
«a ver, prepárense, examen de dictado y problemas:
¿Do you speak english, en un lugar de la Mancha dos y dos suman cuánto?»


Y es que a veces me imagino que en Atapuerca, aquella famosa sima de los huesos fue el primer local de examen. Ya me imagino a nuestros antecesores:
«Urgh, éste hueso está muy duro, no vale, pónle un cuatro»
«Pues a mí este de la tribu Zor me gusta bastante, yo le pongo un nueve»
Así que aquello imagino que no era un mero depósito, era el archivo de exámenes caníbales.

Innovadores que somos,… desde hace miles de años.

Published in: on 30 abril 2008 at 12:49 pm  Deja un comentario