(Mi) Evaluación

Hoy, aprovechando el foro de mi centro he escrito esto a mis compañeros y compañeros. Son mis ideas personales en torno a (mi) evaluación, perfectamente discutibles o rechazables. Creo no transgredir ningún secreto si lo comparto aquí en mi blog, pero estoy abierto a matizaciones, si es necesario.
Hola otra vez.
Ya quedan menos ocasiones que leerme (si me leen) por aquí.

La semana que viene tenemos evaluaciones finales.
Cada centro tiene su propia «cultura» evaluatoria, creada a base de reuniones, decretos, circulares, formularios y claustros. Es difícil cambiarla, porque está, como las pinturas, hecha de capas y de ideas que caen unas sobre otras, pensadas, en ocasiones, para facilitar el trabajo, y en otras para justo lo contrario.

Este es mi primer año aquí, y como ya he dicho otras veces, aún no entiendo la «cultura educativa» de este centro, y por ello, posiblemente, no sea capaz de asumirla completamente. Pero mis 24 años de docencia y mi año de experiencia aquí me hacen tener «mi» propia «cultura evaluatoria».

Por otro lado, las sesiones de evaluación no serán el lugar más idóneo para expresarme por la falta de tiempo, por mi timidez, por la consideración que da el sistema a la Plástica y el Dibujo, etc.

Por ello quiero resumir y compartir aquí mis opiniones al respecto:

– Sean cuales sean los resultados educativos, no soy favorable a la repetición de curso en 1º y 3º de ESO. Y no por los alumnos afectados, que sin duda lo merecerían, sino por sus compañeros del próximo curso. Los alumnos que repiten, que saben que pasarán de curso, se convierten con su frustración en saboteadores permanentes del aprendizaje de sus compañeros, y en un ejemplo para quienes quieran seguir su ejemplo. Y he comprobado que no sirven de nada amonestaciones, partes y demás medidas disciplinarias, que más bien adoptan como mérito o premio a su rebeldía y los refuerzan, aunque eso también merecería un tema aparte.

– Por eso, yo creo que es mejor que se enfrenten a sus dificultades de aprendizaje en 2º y en 4º de la ESO y que sea allí, con compañeros/as de su edad, y con sus asignaturas pendientes, si no mejoran, donde repitan curso. Ya sé que se me alegarán miles de motivos, pero esa es mi opinión al respecto.

– Otro absurdo que he menciono aquí y que aceptamos de la Dirección General de FP es que, por la razón x, para entrar en ciclos a los alumnos sólo se les valora la nota de 3º de la ESO, y no la de 4º, y así tenemos alumnos de 3º que no saben ni que van a hacer y la nota les importa bien poco, y alumnos de 4º a los que la nota no les sirve de nada y sólo te piden… un cinco.

– Quiero añadir también que no se asombren de mis altas notas en Plástica y Dibujo Técnico, y que no son debidas a que se traten de asignaturas «marías», sino que lo son a que, con el «currículum interruptus» diseñado para mis materias, hay que empezar casi desde cero cada año, y salvo un abandono manifiesto y falta de trabajo, que se da, al resto del alumnado le valoro su capacidad de trabajo, mejorable, pero valorable, y es que mi objetivo no es centrarme en uno o dos «artistas» por aula, sino que la mayoría conozca y practique Plástica o Dibujo. Para ver el nivel, nada sobresaliente, pero digno, basta ver los trabajos de todos/as que he ido mostrando en los pasillos de este centro durante este curso.

– Por otro lado, hurtarles a mis alumnos una nota alta por el mero hecho de «prestigiar» mi asignatura o mi «capacidad docente», bastante limitada por otro lado, no creo que les cause ni me cause beneficio alguno, aunque respeto, lógicamente, opiniones contrarias.

– Y sobre el tema de las competencias y nuestra estupidez docente me extendería más de lo que su paciencia me permitiría.

Saludos.

Published in: on 12 junio 2013 at 10:04 am  Comments (1)  

(In)competencias y abrazafarolas

Por si no lo saben, «asisto» a un curso online sobre Competencias educativas. Estas son algunas de mis reflexiones allí:

No soy pedagogo, no he leído todas las 49 páginas que escribieron José Moya y Alejandro Tiana sobre el tema de las competencias educativas, pero si busco en Internet encuentro miles, 5.820.000 páginas sobre el tema.

Y lo que encuentro son ocho competencias en Secundaria, cinco en Bachillerato (en Canarias de momento, en otras comunidades no se han definido) mucha literatura, y nada, o muy difuso y general, sobre cómo se evalúan valoran e incentivan.

Me dicen que eso lo hace cada centro en sus PCC y me acuerdo enseguida de la LOGSE y sus «Contenidos, procedimientos y actitudes» y a miles de docentes que estuvimos años elaborando estadillos con items, por unidad, por evaluación, por alumno/a, con fichas finales infinitas y globales, que, nos decían, iban a mejorar los resultados y el trabajo docente una barbaridad. Cada curso, esos datos, items y tiempo perdidos acababan en la basura, o en el expediente, que viene a ser igual, cuando al final el padre/madre nos preguntaba: «pero mi hijo/a, ¿aprueba o no, y qué nota tiene?»

Pues bien, ahora, a un traje existente, materias y contenidos, Ministerio y Consejerías le añaden una capa de 8 o 5 colores/competencias, que se seleccionan antes, porque son «básicas», y nos dicen que se las pongamos encima, que evaluemos «competencias».

«¿Mande? ¿Y eso?»
Es que lo pide Europa.
«¿Y cómo se evalúa?»
No, cada materia/profesor lo define, por temas, por unidades, por evaluación…
«¿Y hay tiempo para coordinarse entre las materias para evaluarlas?«
No, no, cada materia evalúa las suyas, y no siempre todas.
«¿Y el alumno aprueba si obtiene las competencias?»
No, no, aprueba por materias, con su nota.
«¿Y para ingresar en la Universidad o Ciclos Formativos, se tienen en cuenta?«
No, seguimos como estamos, exámenes y materias según las carreras y ciclos.

Pues vale. Y los/as docentes nos ponemos a ello. Participando en cursos como este al que «asisto», leyendo -o no- sesudos documentos de gente que lleva años sin dar clase, respondiendo «cuestionarios de creencias y actitudes del profesorado», escribiendo/copiando/pegando documentos sobre la importancia de tal y cual competencia y que si la competencia «A» yo la evalúo así, elaborando tablas desglosadas de competencias y…

Bueno. He recordado enseguida dos palabras: «abrazafarolas» y «correveidiles», que escuchaba en la radio deportiva hace muchos años. Y no puedo dejar de aplicármela en este curso y en otros. Así me siento como docente ante las competencias, ante la incompetencia de unos procesos absurdos y ante la pérdida improductiva de un tiempo que no mejora la educación.

Lo he escrito muchas veces, creo. La educación la define la puerta por la que se sale de ella. Si esa puerta sigue pidiendo para salir notas y materias, y no competencias, ¿de qué sirve ponerle capas de colores?

Y otra cosa: si seleccionamos competencias «básicas» tendremos una sociedad y educación «mínimas». A lo mejor se trata de «ESO».

Saludos.

Published in: on 1 febrero 2012 at 11:57 am  Comments (2)